Signos electrocardiograficos de pericarditis

Ecg de hiperpotasemia

La pericarditis aguda, el síndrome pericárdico más frecuente en la práctica clínica, se diagnostica en base a dos de los siguientes criterios: a) dolor torácico b) roce pericárdico c) cambios característicos en el ECG (nueva elevación generalizada del ST o depresión del PR) d) derrame pericárdico. Los hallazgos de apoyo incluyen la elevación de los marcadores inflamatorios de los glóbulos blancos (WBC), la velocidad de sedimentación globular (ESR), la proteína C-reactiva (CRP) y la evidencia de inflamación por modalidades de imagen. El papel pronóstico de las proteínas CEACAM1 y MICA es prometedor. La etiología es multifactorial. Los virus y la tuberculosis son los factores etiológicos más comunes en los países desarrollados y en desarrollo, respectivamente. El diagnóstico diferencial abarca otras causas de dolor torácico, especialmente los síndromes coronarios agudos con elevación del segmento ST.

El pericardio, derivado de las palabras griegas περί, ‘alrededor’, y κάρδιον, ‘corazón’, es un fino saco fibroelástico que contiene el corazón y las raíces de los grandes vasos. Consta de dos capas: una visceral serosa (porción interna) y una parietal fibrosa (porción externa). En condiciones fisiológicas, la cavidad pericárdica contiene de 10 mL a 50 mL de ultrafiltrado plasmático (es decir, líquido pericárdico). [1] La inflamación del saco pericárdico se denomina pericarditis.

Criterios de pericarditis

Un síntoma común de la pericarditis aguda es un dolor torácico agudo y punzante, que suele aparecer rápidamente. Suele estar en el centro o en el lado izquierdo del pecho, y puede haber dolor en uno o ambos hombros.

La pericarditis crónica suele provocar cansancio, tos y dificultad para respirar. A veces no hay dolor torácico en este tipo de pericarditis. Los casos graves de pericarditis crónica pueden provocar hinchazón de estómago, pies, tobillos y piernas e hipotensión (presión arterial baja).

Los médicos de atención primaria, como el médico de familia, el internista o el pediatra, suelen diagnosticar y tratar la pericarditis. En función de la edad y las condiciones médicas del paciente, puede intervenir un cardiólogo, un cardiólogo pediátrico o un especialista en enfermedades infecciosas.

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Este ECG (tristemente algo descolorido) se tomó de un niño de 6 años con pericarditis vírica, de ahí que la taquicardia sea propia de la edad. El niño también tenía evidencias de afectación miocárdica con elevación de las enzimas cardíacas (es decir, miopericarditis) .

La pericarditis puede ser difícil de diferenciar de la repolarización precoz benigna (RPB), ya que ambas afecciones se asocian a una elevación cóncava del ST. Un truco útil para distinguir entre estas dos entidades es observar la relación segmento ST / onda T y el patrón de anzuelo

Ecg de pericarditis

1Departamento de Medicina, BLDE University’s, Sri.B.M.Patil Medical College, Bijapur, 586103, Karnataka, India2Departamento de Informática, B.L.D.E.A’s Dr.P.G.H.Engineering College, Bijapur, 586103, Karnataka, India

Los pacientes con derrames pericárdicos pueden evolucionar rápidamente a un taponamiento cardíaco. Estas afecciones suelen ser difíciles de diagnosticar, aunque se sabe que la exploración física y la radiografía de tórax son poco diagnósticas del derrame pericárdico. Las técnicas de imagen avanzadas pueden detectar y cuantificar con precisión el tamaño de los derrames pericárdicos. Por desgracia, estas técnicas avanzadas son caras y a menudo no son viables como pruebas de cribado del derrame pericárdico. Por el contrario, el electrocardiograma de 12 derivaciones es barato y se realiza fácilmente, pero hasta donde sabemos, su valor diagnóstico para el derrame pericárdico y el taponamiento cardíaco no se ha examinado sistemáticamente. La pericarditis, el derrame pericárdico y el taponamiento cardíaco se asocian a diversos signos electrocardiográficos. El bajo voltaje, la depresión del segmento PR, los cambios en el ST-T y las alternancias eléctricas han sido diagnósticos de derrame pericárdico y/o taponamiento cardíaco. Sin embargo, muchos de los estudios que investigaron previamente estos signos electrocardiográficos examinaron poblaciones de pacientes. En este artículo se revisa el valor diagnóstico del electrocardiograma de 12 derivaciones para la pericarditis, el derrame pericárdico y el taponamiento cardíaco.